Ese hombre doblo en la esquina. Su mirada podía verse perdida, como viendo en otra parte, u en otra época. Hablaba solo. Gesticulaba con sus brazos levantados, daba ordenes a seres del aire. -Sólo vemos mascarones de proa. Me pareció oír cuando pasó a mi lado. Nada ni nadie puede decidir el rumbo. Algún destino consciente y compartido... Cuanta soledad de alta mar o de desierto se ve a cada paso. -Completé en imágenes a mi modo. Mientras, lo escucho alejarse con pasos que parecen crujir sobre una cubierta de madera. *de Urbano Powell. urbanopowell@yahoo.com.ar